Hemos crecido pensando que arrepentirse es una debilidad. Nos han enseñado que arrepentirse significa falta de orgullo.
Y arrepentirse no es malo.
El arrepentimiento es la señal de que hemos aprendido
Cuando nos arrepentimos de algo, nos estamos dando cuenta de que tenemos que cambiar. Nos estamos dando cuenta de que algo que hemos hecho no ha tenido buenas consecuencias, nos estamos dando cuenta de que tenemos que elegir otra opción. Por eso arrepentirse es señal de que vamos a aprender algo nuevo. De que hemos aprendido algo nuevo.
El arrepentimiento es la señal de que hemos crecido como personas
Cuando nos arrepentimos, tenemos la posibilidad de elegir otro camino. Hemos aprendido que el que hemos utilizado hasta ahora, no ha sido lo que esperábamos, y nos da la opción de cambiar. Nos da la opción de crecer.
El arrepentimiento nos ayuda a no volver a hacer eso que no nos ha gustado
Buscamos opciones mejores, mejoramos. Y recuerda que cada persona tiene su ritmo de aprendizaje. Algunos con fallar una vez, aprenden. Otros necesitan fallar más veces.
El arrepentimiento nos acerca a nuestros objetivos
Al empezar a utilizar diferentes caminos, llegamos a nuevos destinos. Destinos que no conocíamos y que nos ofrecen nuevas posibilidades.
El arrepentimiento nos enseña lo que realmente somos
El arrepentimiento nos ayuda a conocernos mejor, a ser mejores, y nos da pistas de lo que realmente queremos, y sobre todo de lo que no queremos.
No Comments